Me parece que el prejuicio es primo hermano del lugar común (eso que todos sabemos sin saber cómo es que lo sabemos y, mucho más importante, si es cierto, verdadero, eso que sabemos) , ¿por qué?, porque ambos, prejuicio y lugar común , enuncian pereza mental. En vez de pensar algo, lo condenamos, a veces, en bloque. ¿A qué me refiero? A afirmaciones del tipo “el cine argentino es una mierda” o “los pibes con gorrita, pantalones a media canilla y enormes zapatillas, son todos chorros”. Y esto en lugar de enfrentar (y evaluar) situaciones concretas. Decir por ejemplo “Rapado” con su chico y su moto es un soporífero, mientras que “La niña santa” es, con su retrato del misticismo adolescente, muy interesante. Respecto de los chorros, los hay de todas las vestimentas…
Entonces, creo, para combatir un prejuicio (que de eso se trata la cita de don Alberto) debemos luchar contra la pereza, que como todos sabemos “es la madre de todos los vicios”.
Y aclárole que, a pesar de mi conciencia y buena voluntad, soy un holgazán (por no decir pajero), que arrastra por la vida su pesado arcón de prejuicios.
DELIRIOS DE UNA MENTE QUE NO PARA DE MAQUINAR Y RACIONALIZAR HASTA LA ÚLTIMA GOTA, SHRINKING (DE AHI EL NOMBRE) UN POCO DE MATERIA GRIS, CERCA DE LA AMÍGDALA Y EL HIPOCAMPO.
2 Comentarios:
Ah bueno!
Dura realidad!
Por Anónimo, A la/s 4:42 p. m.
Dr K:
Me parece que el prejuicio es primo hermano del lugar común (eso que todos sabemos sin saber cómo es que lo sabemos y, mucho más importante, si es cierto, verdadero, eso que sabemos) , ¿por qué?, porque ambos, prejuicio y lugar común , enuncian pereza mental. En vez de pensar algo, lo condenamos, a veces, en bloque. ¿A qué me refiero? A afirmaciones del tipo “el cine argentino es una mierda” o “los pibes con gorrita, pantalones a media canilla y enormes zapatillas, son todos chorros”. Y esto en lugar de enfrentar (y evaluar) situaciones concretas. Decir por ejemplo “Rapado” con su chico y su moto es un soporífero, mientras que “La niña santa” es, con su retrato del misticismo adolescente, muy interesante. Respecto de los chorros, los hay de todas las vestimentas…
Entonces, creo, para combatir un prejuicio (que de eso se trata la cita de don Alberto) debemos luchar contra la pereza, que como todos sabemos “es la madre de todos los vicios”.
Y aclárole que, a pesar de mi conciencia y buena voluntad, soy un holgazán (por no decir pajero), que arrastra por la vida su pesado arcón de prejuicios.
Por sergio, A la/s 6:11 p. m.
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